Mares navegue, montanhas conquiste pero en algún momento de mi historia el alma deje, creo pensar en donde fue, sonhando una vez, tomando tu mano mi alma se quedo anclada como vieja embarcación esperando a su tripulación, clavada como roca en el río soportando las horas de frió, agonizando se canso puesto su tiempo en segundos se perdió, fue congelado fue olvidado en la imagen de una mujer, en la imagen de una historia.
mi alma deje pues nunca la busque sin mas quedar vi mi camino hacia la mar, olvidando las montanhas de mi pasado el horizontes antes conquistado, donde un día perdí, donde un día enterré mi tesoro anhelado, mas hoy surco nuevos horizontes y sigo las nubes corriendo en el viento tocando el sufrimiento con el alma perdida, aun que se anclada en tus manos se quedo, nunca espero en tus playas anclar otra desilusión, pues en mi corazón solo gaviotas de dolor, acompañan mi continuación.
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